Thierry Blancpain y Pieter Pelgrims eran amigos desde hacía años.
En 2010 tuvieron la idea de "dejar de quejarse durante un mes". No sabemos si la idea partió de alguna de esas grandes discusiones sobre la vida, sobre la suerte o sobre el mal día que te ha tocado tener, pero el resultado fue un propósito que pronto se convertiría, aún sin ellos saberlo, en su nueva forma de vida: afrontar los acontecimientos del día a día sin quejarse.
El proyecto parece que tuvo éxito, una extraña felicidad se apropió de sus vidas durante ese mes, así que decidieron repetirlo al año siguiente.
En 2014 preguntaron a algunos amigos si les apetecía unirse al proyecto. Al comprobar que los amigos sentían esa misma (y extraña) felicidad fruto de algo tan sencillo, en 2015 abrieron incluso una web para hacer pública la iniciativa. Recibieron casi 2000 solicitudes para unirse al proyecto.
Según palabras del propio Blancpain, en la mayoría de los casos, nuestras pequeñas quejas diarias están basadas en hechos que"vistos con perspectiva no importan y en las que enfocarse es una pérdida de tiempo y energía". A raíz del experimento, Blancpain se dio cuenta de que muchas de las personas que nos rodean son realmente negativas, acumulan queja sobre queja, haciendo de su compañía algo negativo, transmitiéndote con sus palabras toda esa negatividad.
Sinceramente, me parece un proyecto interesante de adoptar, ya no por un mes, sino de por vida.
No seríamos humanos si no nos quejáramos, es un tipo de desahogo, lo malo es hacerlo excesivamente.
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