Han pasado ya algunos días desde que decidí comenzar a correr. Confieso que ni mi tiempo ni mis fuerzas me dejan salir todos los días a hacer running, pero también confieso mi NO intención de abandonar. A pesar de los dolores óseo-musculares (ayer mismo estuve en el traumatólogo, aunque no por hacer running), a pesar de la falta de tiempo y a pesar del frío que está haciendo por esta parte del mundo... Yo sigo corriendo. Me he dado cuenta que donde antes sentía pereza de ir andando para no coger el coche, ahora estoy deseando llegar corriendo. Hace tan sólo unos días éso era impensable para mí.
Como todos los que llevábamos años sin practicar nada de deporte, sinceramente, cuesta mucho tomar la iniciativa primero y mantenerla después. Aquí algunas de mis motivaciones:
- Cada vez que salgo a correr elijo un camino distinto. Estoy haciendo pruebas para ver cuál me es más cómodo y motivador. Creo que por fín hoy he encontrado uno que será el que frecuente. Elegir la ruta es también importante...
- Me he comprado unas mallas ajustadas pero cómodas. También unas zapatillas deportivas especiales para el running, ¡con cámara de aire y todo! Ni siquiera tenía unas deportivas para comenzar... Ahora sólo por amortizar su precio, me siento encantadoramente obligada a salir a correr.
- Mi perrita Chica corre conmigo. Al comienzo del recorrido ella va por delante o a mi lado. Al final del recorrido no la puedo ver... me sigue un paso por detrás jadeando tanto más que yo. Pero me acompaña, y me encanta. A ella también le va bien algo de carrera... ¡que es muy comilona!
Solo sé que estoy empezando a sentir éso que llaman... pasión por correr. Me siento bien y me gusta.
En fin, mi próximo objetivo es empezar a contar los kilómetros recorridos. Humildes objetivos, sí, pero sentirse feliz haciendo aquéllo que haces, NO TIENE PRECIO.
Besines de una runner novata.
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