En mi defensa diré que…
Soy tan solo alguien con una vida
normal. Desde pequeñita me atrajo la idea de escribir un diario y el progreso
(oh Dios, bonito palabro) ha hecho que eso ahora se llame blog.
He bajado la basura. He paseado
mi perrita. He cenado algo de verdura. Me siento (del verbo sentarse) como una
niña llena de ilusión (del verbo ilusionarse) a escribir las letras del día. No
tengo seguidores y sí pocas esperanzas de tenerlos, pero los que me leáis
notareis la sinceridad de mis palabras. No espero nada y lo espero todo. Llegar
a empatizar con alguien desconocido que sin yo saberlo esté leyendo estas
letras. Conectados en la distancia… la historia de mi vida.
Ahí fuera se oyen los griteríos
de muchachos que aprovechan los últimos días de verano, mientras sus padres
tengan la mano levantada y sigan dando permiso para llegar algo más tarde de lo
habitual a sus casas con la excusa de no haber clases y con una realidad muy probable de librarse de escuchar
esos griteríos en su propia casa. Pronto sonarán las once campanadas, esas que
tanto me gustan. Su sonido me acompaña desde hace algunos años marcando con el paso de cada hora mi vida, siempre de forma entrañable.
Tan solo dejaros ya hoy una
cita que podría animarnos a comenzar aquello que tanto hemos retrasado (hablemos de
lo que hablemos):
Proverbio Chino:
"La
mas larga caminata comienza con un paso"
¿Nos atrevemos a darlo?
Buenas noches.
Marta Martín Morales
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