martes, 3 de diciembre de 2013

Miedo (Última)

Los monstruos son reales,
y los fantasmas también: viven dentro

de nosotros y, a veces, ellos ganan.
Stephen King.

Mi cabeza es un laberinto oscuro. A veces hay como relámpagos que iluminan algunos corredores. Nunca termino de saber por qué hago ciertas cosas. El Túnel, Ernesto Sabato.



Los ojos de Eulalia habían encontrado la simetría perfecta en los aguzados ojos que la miraban desde el otro lado del espejo.

Solo ella podía verlo. Aunque no lo veía, porque ambos eran el mismo ser desde el primer instante en el que el odio se apoderó de su corazón y hasta el momento en el que el casco de botella rota se clavaba en el ojo de aquel hombre.

Bestia mata bestia. Monstruo muerto.

Sobresaltada, Eulalia despertó en una cama vestida con sábanas rojas, teñidas por la sangre de su maltratador. Sus manos eran pinceles con los que dibujar sobre un lienzo encharcado por la vida de su verdugo.

Eulalia no podía distinguir entre la realidad y los sueños.

Y una vez más… sus manos rojas taparon su rostro, ensuciándolo de nuevo con sangre, aunque no era suya esta vez.



De lejos, un destello inquietante en el pasillo dejaba intuir el reflejo de los primeros rayos de sol de la mañana sobre el espejo de forja…



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